La denominación de lo que hoy en día conocemos como “Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad” ha ido evolucionando según el síntoma al que se le ha dado mayor importancia en las investigaciones científicas. Sólo vamos a referirnos a los momentos más importantes y que nos darán una visión general de su evolución histórica.
1798, “Una
investigación sobre la naturaleza y el origen de la enajenación mental”, de Sir
Alexander Crichton médico escocés
describió las características de lo que entendemos actualmente como TDAH
predominantemente inatento, denominándolo “Mental Restlessness” (Agitación o
Inquietud Mental), haciendo referencia a un estado inquieto y a la incapacidad
para atender con constancia.
1845, el médico
psiquiatra, Heinrich Hoffmann, escritor e ilustrador de cuentos, escribió la
obra titulada “Der Struwwelpeter” (Pedro el Melenas), un conjunto de 10 cuentos
sobre diversos problemas psiquiátricos de la infancia y la adolescencia.
Destaca la historia que habla de las dificultades de atención e hiperactividad
de “Felipe Nervioso”, cuyos personajes parecen ser el Sr. y la Sra.
Hoffman; y el hijo de ambos.
1902, el pediatra
británico George Still, en su artículo publicado en la revista “The Lancet”,
describió a un grupo de 20 niños con síntomas similares a lo que hoy en día se
diagnosticaría como TDAH del tipo combinado: niños que no dejaban de moverse
constantemente.
Entre 1950 y 1970. Es en 1968, que siguiendo esta tendencia, el
TDAH aparece por primera vez en el DSM II o Manual diagnóstico y estadístico de
los trastornos mentales (segunda edición), con el nombre de “Reacción
Hiperkinética de la infancia”
1972 influyeron de manera
decisiva en el cambio de denominación del TDAH en el DSM III
La revisión del DSM III-R
(1987).
1992 la
Organización Mundial de la Salud publica la Clasificación internacional de
enfermedades, décima versión (CIE-10)
DSM IV-TR (APA,
1994/2000),
DSM V 2014